septiembre 30, 2009

Un perro sin pelos en la lengua

Ugo Carrillo se escribe sin H, y si bien se le suele presentar bajo el título académico de antropólogo (aunque también estudió economía, es fotógrafo, músico consuetudinario y poeta quechua impenitente), manifiesta formalmente su deseo de renunciar a dicho grado, pues su experiencia le dice que poco le ha enseñado sobre las cuestiones esenciales de los pueblos andinos de los cuales se siente parte consustancial y entre los cuales trabaja. No es pose, es una posición de vida, bastante rara eso sí en un país colonizado como el nuestro; y de eso pueden dar fé otros "aculturados" a la inversa, que se dejaron conquistar por los ríos profundos del alma mestizo-quechua.

En el caso de Ugo Carrillo a la irreverencia suma un afilado sentido de la ironía y del humor, que relativiza constantemente todas las convenciones pre-establecidas. Aunque su talla y el color de sus ojos y de su piel digan lo contrario, Ugo se siente y es runa quechuahablante como sus paisanos de la comunidad de Uripa (Andahuaylas-Apurímac) donde nació, y entre quienes pronto se diluyó su rol inicial de "misti". Por ello canta así, comunicando intensamente a través de la gestualidad expresiva de todo su ser, interna y externa. Si bien se le suele presentar como fiel intérprete de la forma de cantar indígeno-mestiza, creo sinceramente que no es exacto, que en buena medida, la forma de desarrollar su acto comunicativo le pertenece sólo a él.


Será fácil para la racionalidad occidental tomar su "estilo" como raro y tal vez teatral, como una estrategia para llamar la atención; pero su intención es comunicar el mensaje de una poética largamente silenciada a un público mayoritariamente adscrito a la oralidad. Un público que ríe cómplicemente mientras lo oye, mientras quienes no entendemos quechua nos resignamos a la codificación de la estética musical y de la gestualidad. Porque los huaynos que canta no son los que promocionan subliminalmente marcas de cerveza, sino los de la cotidianeidad vigente de los pueblos y comunidades de la sierra, con toda su complejidad contestataria ante la realidad social y política actual. No son huaynos estáticos sino vitales, en constante reinvención, pero desde adentro, no desde afuera.

Hace poco publicó su libro de poesía quechua "Baladas de un perro sin pelos en la lengua" (Lima: Sol & Niebla, 2009), que contra todo pronóstico yá se agotó y espera segunda edición.
//marcela cornejo


Video

Atoqchallay atoq
Recopilación de Isaac Vivanco (alturas de Andarapa-Andahuaylas)
Esta canción está fusionada con una letra de crítica política, por ello se le suma al título, "Otorongo"

(el video es de mayo de 2008)



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