diciembre 13, 2008

El villancico: Más que una canción de Navidad



Ultima actualización: 2 oct. 2012




moro y cristiano tocando el laúd
(Cantigas de Santa María, S. XIII - obra de Alfonso X El Sabio
)

El villancico es un género lírico-musical característico de Iberoamérica, y presenta innumerables variantes según el país y la región en que se produce; es acaso la única forma poético-musical aún vigente que mantiene rasgos de la música medieval temprana de origen profano. En su largo recorrido temporal y espacial, el villancico no sólo ha sido sacralizado para el culto católico, sino que ha tenido mucho que ver con el desarrollo de géneros populares mestizos en Hispanoamérica. En mayor o menor medida, la influencia del villancico profano (vinculado al baile), durante los siglos XVI al XVIII se manifiesta en distintos géneros que cruzaron pronto el charco como la zarabanda, la xácara, el bailete, la chacona, etc. Las bases del barroco musical hispanoamericano están en la música litúrgica y en el villancico, en el constante ir y venir entre ambos lenguajes musicales: lo profano se sacraliza, lo sagrado se hace profano, lo popular se hace cortesano (aristocrático) y lo cortesano se hace popular.

El villancico remonta sus primeros orígenes a Al-Andalus, por el siglo IX aproximadamente, cuando las formas poético-musicales arábigo-andaluzas y las cristianas se funden, produciendo “moaxajas” (muwassahas), “jarchas” y “zéjeles”. A partir del siglo XIII, las Cantigas de Santa María de Alfonso X El Sabio y las Cantigas de Amigo de Martín Codax, recogen cantos populares que exhiben características formales comunes con los géneros andalusíes mencionados. Eran cancioncillas breves que se hicieron muy populares por su sencilla estructura consistente en un estribillo y varios “pies” o “mudanzas”. Con el tiempo fueron recogidas, recreadas y difundidas por trovadores provenzales, así como por poetas gallego-portugueses, italianos y castellanos. De este largo proceso, planteado de manera muy general, surge el villancico, que madura como tal en el siglo XV. La más temprana referencia a una composición denominada villancico está en el Cancionero de la Colombina (c. 1470), bajo el título Andad pasiones, andad, atribuída a Pedro Lagarto (1), mientras que la primera que se refiere a villancicos objetivamente navideños, está en el Cancionero de Upsala de 1576.  Como vemos, el uso del nombre "villancico" data recién del siglo XV:

  • El nombre de "villancico" no se conoce antes del siglo XV; hasta entonces se conoce como "cantiga" en el Cancionero de Baena, y como "canciòn" en el Cancionero de Palacio. El nombre de "villancico" es motivado por Santillana, no por la forma mètrica sino por lo popular de los estribillos.  A la forma primitiva del villancico corresponde en otros países entonces el "rondó", el "virelai", la "ballade" y la "villanela", la "villamotta" y la "pastorella di natale" de origen italiano (2)

Fue llamado así por ser canto de las gentes sencillas de las villas, que vivían del trabajo en el campo. Si bien algunas fuentes sostienen que la denominación “villancico” surgió en Castilla, Quezada Macchiavello dice que el nombre viene de las Cantigas de Vilhao (3) galaico-portuguesas, un género para cantar y bailar (4). La característica especial del villancico, es que de ser una forma poético-musical vinculada a la danza que tocaba temas “mundanos” en lengua romance (la lengua “vulgar” del pueblo, como el castellano, el gallego, el portugués, el valenciano, etc.), se convierte en música polifónica sacra institucionalizada por la Iglesia.

Quezada M. informa que hubo un Siglo de Oro del villancico barroco en España (inicios del S. XVI a mediados del siglo XVII), y en Indias (inicios del S. XVII a la segunda mitad del siglo XVIII), que el villancico del Siglo de Oro español recibe sucesivas influencias flamencas e italianas, mientras el del Siglo de Oro hispanoamericano añade a este rico legado hispano, variable influencia de los aportes indígenas y africanos, adquiriendo una fisonomía local muy propia. A lo largo de estos siglos (XVI al XVIII), el villancico eclesiástico barroco se va consolidando, haciéndose presente particularmente en el Corpus Christi y en Navidad, mientras el de temática más profana, presente en el ámbito del teatro, del salón cortesano y de las fiestas populares no religiosas, va retrocediendo o bien, vá mutando o fusionándose hacia nuevos géneros populares de carácter local. De acuerdo a Quezada M., este punto de quiebre a favor de lo religioso se dio en el siglo XVII, si bien ya había iniciado su proceso a fines del S. XV con los Reyes Católicos (5). En este devenir de siglos, muchos villancicos de temática profana fueron “sacralizados” con el cambio de la letra a una de tipo religioso, por lo que es difícil asegurar si una partitura hallada en los archivos coloniales, es exactamente de origen religioso o profano. El villancico profano se despidió en el siglo XVIII, pero dejó la huella inconfundible de su paso en innumerables géneros músico-danzarios de Hispanoamérica.

Aurelio Tello resume la importancia del villancico como el género característico de la música virreinal de los siglos XVI y XVII:

  • El villancico tiene su origen en el canto rústico de los villanos o aldeanos durante la Edad Media. Hacia el siglo XV se convierte en una forma polifónica consistente en la alternancia de un estribillo y un juego de coplas. En los siglos XV y XVI, junto con el romance, es la forma poético-musical más interpretada, tanto en su vertiente religiosa como en la profana. También en esta época hay villancicos para voz sola, con acompañamiento de vihuela. Hacia el siglo XVII se convierte en una especie de motete con bajo continuo y se incorpora el arpa al acompañamiento. En este siglo se desarrolla el villancico policoral. Entrando el siglo XVIII bajo influencia de la música italiana, el villancico tiende a convertirse en una cantata en la cual alternan pasajes instrumentales, coros en diálogo, arias a solo y recitativos. (6)

Los villancicos en el Perú surgen de la dialéctica entre lo hispano, lo criollo (hispano-africano) y lo andino, y se relacionan con el desarrollo de distintos géneros de música y baile populares. Desde las primeras décadas de la conquista, llegaron géneros vinculados al villancico que tuvieron en algunos casos un rápido amestizamiento y retorno como tal a la península. Ese es con gran probabilidad el caso de la chacona, una danza “amulatada” e “indiana” según Cervantes Saavedra (en la Ilustre Fregona), de la cual se tiene la primera noticia documentada en el poema Sátira a las cosas que pasan en el Pirú, año de 1598, de Mateo Rosas de Oquendo (7). En este poema se citan varias danzas populares hispanas y mestizas practicadas en el Perú, destacando en particular la zarabanda (hispana) y la chacona (indiana), por ser dos géneros importantes del barroco europeo que pasaron de lo popular a lo cortesano en poco tiempo. Se caracterizaban por su carácter festivo y pícaro, de notoria connotación erótica, tanto en la lírica como en el baile, muy censurado por los conservadores de la época. A medida que van “refinándose” y pasando a los salones, se van sublimando en las creaciones de Haendel, Bach, Vitalli, Corelli, Robert de Visée, etc.

Retornando al proceso en estas tierras, el aporte indígena y africano ha dado características peculiares al villancico. Hoy en día muchos villancicos populares muy arraigados están basados en antiguos huaynos o cashuas. En el Códice de Martínez Compañón (S. XVIII), hay cashuas que presentan rasgos formales comunes al villancico europeo, por lo que se trata más allá del género atribuido por el escribiente, de música mestiza; muchas de las tonadas del Códice también presentan rasgos afines al villancico. María Ester Grebe en su Introducción al estudio del villancico en América (8), citada por Quezada M. en su libro (p. 131), dice que la cashua virreinal es un derivado del villancico. Ante ello, es necesario acotar que la cashua es un género músico-danzario quechua de origen prehispánico que aún hoy se mantiene vivo junto al harawi, en las zonas rurales del sur andino, por lo que las conclusiones de Grebe se circunscriben a su análisis de las fuentes documentales coloniales en las que el uso de ciertas terminologías demanda un trabajo de interpretación. Porqué los recopiladores de Martinez Compañón (o él mismo, pues era músico también) bautizaron como cashuas varias piezas que eran a todas luces mestizas, con clara influencia del villancico europeo... la cashua es una música indígena alegre, festiva, puede aludir a ese factor, de todos modos ello queda como una pregunta pendiente.

//marcela cornejo d.




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Notas

  1. Villancicos i canciones. Juan Vásquez. En: Recent research in the music of the Renaissance, ed. por Eleanor Ann Russell. Madison, 1995, V. 104, p. X
  2. Panorámica del Villancico.  José Néstor Valencia Zuloaga. Thesaurus, tomo LIII, N° 3, 1998, pp. 628-642
  3. En portugués actual vilão significa villano/a, rústico/a , plebeyo/a)
  4. El legado musical del Cusco barroco. José Quezada Macchiavello. Lima : Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2004, p. 108
  5. Op. Cit. pp. 116-117
  6. Hacia una geografía de la música virreinal. Aurelio Tello. En: Visiones sonoras. Entrevistas con compositores solistas y directores, de Roberto García Bonilla. México DF : Siglo XXI : CONACULTA, 2001, p. 226
  7. El Legado… José Quezada Macchiavello, Op. Cit. p. 131
  8. Revista Musical Chilena, N° 107, Santiago de Chile, 1969, vol. I, p. 7


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Video

Queditito quedo
Villancico Anónimo a 4 para los maitines de Santa Clara (Cuzco, s.XVII).
CD "El Gran Barroco del Perú"
Coro Exaudi de La Habana 





Los Coflades de la Estleya - villancico
Juan de Araujo (1646-1712)
Lima Triumphante
Araujo refleja desenfadadamente lo que sería el modo de hablar de la población negra en Indias, en un villancico del estilo "negrilla"
Subido por Maestrisismo TV


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Enlaces

Los villancicos según Aurelio Tello
Los cantares quechuas navideños - Alfredo Alberdi
Navidad en el Perú (ritos de adoración y villancicos tradicionales)
Villancicos. Textos y partituras de más de 100 canciones - Mariajosé Morillo




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